viernes, 6 de febrero de 2009

Tres millones

Ese es el dato que nos han dado (3.000.000) y subiendo del número de parados en nuestro país. Ayer me encontré con uno de esos parados, acababan de despedirle porque cerraban el negocio, no hay ventas. No sabe qué hacer, de momento engrosar las lista del INEM y cobrar el paro por unos meses, y ¿después? Dios dirá.
También pasé ayer por la puerta de la una de la iglesias de la ciudad, pues abrían la oficina de Caritas; había una larguísima cola de gente esperando para recibir algo de comer y para abrigarse, ¡impresionante y decepcionante!
¿Qué va a pasar? No lo se, pero pienso que en este país haremos crack en un momento dado, o quizás ya lo hemos hecho.
Lo que casi nadie se va a dar cuenta es que en estos momentos y ahora, quien sostiene a muchos de esos parados, o mejor a quienes están sin trabajo y sin cobrar un sueldo, son las instituciones de la Iglesia o afines: Caritas, Banco de alimentos, parroquias, comedores de caridad, etc., etc.
Lo digo porque realmente la labor que la Iglesia ha hecho siempre, y sigue haciendo en estos campos de la caridad, de la enseñanza, etc., es impresionante aunque no lo reconozcan.
¿Dónde se guardó y se cultivó la cultura durante la Edad Media? en los monasterios; ¿quién comenzó los hospitales y obras de caridad en la ciudades y el campo? la Iglesia; ¿quién defendió a los necesitados siempre y en especial en el siglo XIX? las ordenes religiosas; ¿quién profundizó en la enseñanza y en la pedagogía? las Ordenes dedicadas a la enseñanza; ¿quién comenzó las Cajas de Ahorro y Montes de Piedad? las instituciones religiosas. Podría seguir, y hay un largo etcétera olvidado que valdría la pena alguna vez desenterrar, porque lo único que se publica son los pecados de los eclesiásticos, los escándalos de los curas y monjas, etc., y por supuesto los crímenes de la Inquisición (lo de siempre): argumentos trasnochados, lugares comunes que ya cansan, y que se dan por supuesto sin más, y es que es bien sencillo echar porquería y silenciar todo el bien que se ha ha hecho y se sigue haciendo. Pero ya se sabe: "el ruido no hace bien, y el bien no hace ruido".
Un saludo

1 comentario:

Anónimo dijo...

Un saludo de Tely

Cómo estás P. Javier! Ruego a Dios que bien al igual que a los que leen.

Me temo, P.Javier, que esto está ocurriendo lamentablemente en muchos países. Hasta nuestra tierra, que con razón le han llamado Puerto Rico, ya está muy elevado el número de desempleados.
Han cerrado varias factorías y negocios y hasta el Gobierno se queja de deudas millonarias.

En mi propia familia, hay muchos desempleados. Se hace un poco difícil conseguir un buen trabajo. Lo bueno es que hay muchas formas de ganarse un dinerito, con negocios ambulantes e improvisados.

Pero, creo que en términos generales, la economía mundial está pasando por un mal momento.

Hay ocasiones en que pienso dejar mi trabajo porque ya me siento cansadita, pero al pensar que hay tanta necesidad en mi familia, me aguanto.

En cuanto a lo que mencionas de la Iglesia, concuerdo totalmente. Aunque pienso que podía ayudar más.

Te pongo el caso de la parroquia a la que asisto{ y no lo hago en tono de critica}. Es un enorme templo, un lugar sumamente amplio, con aire acondicionado. Tienen intenciones de comprar la casa cercana, que sale en 100,000 dólares americanos. Y, yo miro, y digo, para que? Más oficinas? Entonces envian 1,000 recogidos gota a gota por los feligreses para enviarlo al lugar de Africa mas pobre del mundo.

No sé si es critica o no, pero veo como que algo no cuadra. Hay tanta gente necesitada! Creo que deben parar tanta construcción e invertir en algo más importante: los seres humanos.

Por otro lado aplaudo, lo que envian a otros paises, y todas esas parroquias y asociaciones que ayudan tan desinteresadamente.

Dios se lo multiplique!

Un abrazo, P. Javier!
Maria