lunes, 30 de abril de 2007
Lo único que nos queda
"El amor es lo que queda cuando ya no queda nada más. En lo más hondo de nosotros, todos lo recordamos cuando -más allá de nuestros fracasos, de nuestras separaciones, de las palabras a las que sobrevivimos- desde la oscuridad de la noche se eleva, como un canto apenas audible, la seguridad de que, por encima de los desastres de nuestras biografías, más allá incluso de la alegría, de la pena, del nacimiento, de la muerte, existe un espacio que nadie amenaza, que nadie ha amenazado nunca y que no corre ningún peligro de ser destruido: un espacio intacto que es del amor que ha creado nuestro ser".
¿Verdad que vale la pena llegar a nuestro término a ese lugar? No desistas en el intento. y confía que es el mejor modo. Un saludo.
jueves, 12 de abril de 2007
Ateísmo y alegría
Además es verdad que cuando uno se pone de rodillas ante EL (lo que no significa sumisión ni esclavitud), experimenta la verdadera libertad de un hijo que es consciente de lo que somos, y de quien es EL.
"Este hombre es jovial. No puede ser ateo", dijo Dostoyevski en una ocasión.
Un saludo
martes, 3 de abril de 2007
El Rostro de la verdadera belleza
¿Pero dónde está la belleza de
“El Señor también toca desde el otro lado (de la puerta) con su cruz: toca a las puertas del mundo, a las puertas de nuestros corazones, que con tanta frecuencia y en tan elevado número están cerradas para Dios. Y nos habla más o menos de este modo: si las pruebas que Dios en la creación te da de su existencia no logran abrirte a Él; si la palabra de
Verdaderamente encontramos belleza en la creación, en las personas, en el rostro de una joven o de un niño, en un corazón sencillo, en una mirada de comprensión o incluso de miedo, etc.
Pienso que la auténtica belleza está en el rostro de Cristo, “el más bello de los hombres”, dice un salmo. Cristo pronuncia con su pasión un sí a la vida, al perdón, a la verdad, en definitiva a la belleza, aunque nos muestre su rostro desfigurado.
No es cierto, como dijeron Marx y Engels que la “violencia es la comadrona de la historia”, como si fuera el camino para “engendrar” la paz y la belleza, sino que el verdadero camino del perdón, de la alegría, de la paz, y de la belleza nos lo enseña la hermosura de Cristo muerto y resucitado. Si quieres, y con otras palabras: “el verdadero sermón de la montaña, sin embargo, no es el que Jesús pronunció un día sobre una colina de Galilea; es el que pronuncia ahora desde lo alto de la cruz, en el monte Calvario, ya no con palabras, sino silenciosamente y con los hechos” (Rainero Cantalamessa, Viernes Santo 2004). Un saludo y feliz pascua de Resurrección