jueves, 25 de diciembre de 2008

Santa Noche de Navidad

He estado estos días de ejercicios espirituales. No he tocado el blog, no era el momento. Ahora sí.
Sólo os quiero felicitar la Navidad a todos, y desearos un año 2009 que llegue lleno de bendiciones de Dios.
Os hago un regalito, para el que le guste y en especial, como se ha dicho, para nuestra reina de blog, nuestra enferma de ELA. Se trata de un canto de Navidad, o villancico. Aquí va (me gustaría que lo comentarais). Muchísimas gracias a todos los que leéis y escribís (os lo digo de todo corazón: aquí sois todos importantes, cuento con vuestras opiniones, TODAS ME IMPORTAN)





El Pastor dormido
Se me echó encima la noche cerrada
envuelto en mis mantas apenas dormía,
pereza y cansancio envolvían mis sentidos
dejaba pasar las horas sin que nada apremiara.

Descansaba junto a los pastores que trabajosos del día
sólo pensaban en sueño y descanso,
sin querer conocer más noticia
que su propia vida cansada.

En el cielo había gran revuelo y contento
los ángeles inquietos forman en filas,
son convocados a anunciar al mundo
la Luz que ha de alumbrar la tierra fría y vacía.

Sus cantos resuenan con vibrante energía
trompetas, clarines, guitarras y violines,
cantan al unísono Gloria a Dios en los cielos
¡despertad pastores de vuestra rutina!

Prestad atención y salid de vuestro sueño
Dios ha nacido con carne de hombre,
su Madre Virgen lo cuida al calor de unos pañales
un Niño se nos ha dado que os sacará de vuestro olvido.

Los cantos y las estrellas, la luz y la música me despiertan,
asombro que me saca de mi sueño y pereza,
escucho a los ángeles
sin creer lo que se me revela.

En mis oídos y en mi corazón escucho la Buena Nueva
Dios ha nacido, corre a adorarle
no tardes, que Dios pasa
y no quiere que tu amor le falte.

Sin ganas e incrédulo recojo
mis míseras riquezas,
allí me dirijo sin pensar en llevarle
más que mi cansancio y tristeza.



Camino cansando, y veo pasar a otros que andan contentos,
Señor, ¿qué te llevo si voy con las manos vacías?
No soy capaz de parar para llevarte
ni siquiera un poco del tiempo de mi vida.

Llego al portal y escucho algarabía,
canciones de amor cantadas con corazón limpio,
deseos de ver al Dios de la Gloria
y a su Madre Bendita que lo cuida y contempla.

Me cuelo entre todos aquellos que llegaron más prestos que yo,
llamados desde la eternidad y valientes en su respuesta,
lleno de vergüenza por llevar mis manos vacías
me acerco al pesebre y asombrado me postro ante el Dios Niño.

Entonces le digo a mi Dios
qué puedo darte si ni siquiera mi tristeza te ofrezco,
ya sé que tú me perdonas, pero quisiera darte
algo de calor y amor en este día.

Sonrío al Niño, le beso con ternura,
y escucho en mi corazón arrepentido:
“Me gozo en tu falta, pues me das ocasión
de amarte y darte mi perdón.

Cuídame cada vez que me visites y adores,
háblame cuando lo necesites y quieras,
que yo te espero eternamente escondido,
pues soy Dios y me conmueve tu amor”.


Gracias, Señor, por tu presencia en Belén,
por tu amor inefable en la Eucaristía,
por tu Palabra que es eterna, y por tu infinita misericordia
oculta en un Niño inerme que de mí necesita.

Regreso con los demás pastores feliz y contento,
después que mi Reina me permite abrazar al Niño,
pues sé que ese abrazo esconde el propósito
de anunciar a los hombres que Dios ha nacido.






Un saludo y un abrazo navideño para todo

sábado, 6 de diciembre de 2008

Merry Crisis

Ayer iba camino de ver a mi enferma de ELA. Iba -lo que podía- recogido porque llevaba al Santísimo conmigo para darle la Comunión (solo un pedacito pequeño porque no puede tragar más). Pasé por un montón de tiendas, ya sabes, Navidad, luces, adornos, nieves, Papas Nöeles cursis, belenes (gracias a Dios), música, etc..., y me di de narices con una tienda -no recuerdo qué vendían- que ponía en grandes letras: MERRY CRISIS. Me hizo gracia.
Lo de la crisis ya sabemos que es así, pero lo de merry (alegre, feliz) y crisis parecen una contradicción. Lo que me sorprendió es que la gente -me incluyo- seguimos esperando de la Navidad lo mejor, el regalo que nos sorprenda.
Os aseguro que para mi el regalo ha sido poder estar con mi enferma de ELA. Voy a dejar de llamarla "enferma" porque más que una enferma (así hemos quedado ella y yo) es un tesoro, un regalo que Dios nos ha hecho (aunque cueste entenderlo).
Hablamos del blog y de todos los fantásticos bloggeros que participáis. Está encantada, y os aseguro que la estáis ayudando mucho, muchísimo (también la Duquesa). Lee el blog y se lo leen (ella lee perfectamente). Me hizo una petición que os trasmito, y me dijo que por favor contestéis con sinceridad.
Quiere que habléis sobre los siguiente:
- ¿Cómo puede una enferma de ELA ayudar a quienes tiene alrededor?;
- ¿Cómo le ven los que tiene junto a ella?
Yo intenté explicárselo, y se lo he dicho varias veces: para mí, es un regalo, un verdadero "merry" que me ayuda y conmueve cada vez que estoy con ella, pero ella quiere oíros. Animo, a ver si llegamos a las 100 entradas. Cuento con Inma, Cristina, mamá de María, Tely, Duque, Duquesa y todos.
Volví a casa contento de haber estado con ella, y pensé que la crisis puede ser larga, pero que es más profundo y largo el amor que se manifiesta con una sonrisa en Navidad y siempre, aunque no nos llegue para el turrón este año.
Un saludo, y no os olvidéis de poner el Belén en casa.