martes, 5 de agosto de 2014

NUN

Cristianos, pero también musulmanes, de Bagdad, se han reunido con pancartas de “Soy iraquí, soy cristiano”, para mostrarnos, para hacer reaccionar a los que nos gobiernan, que todos somos cristianos de Irak.

En apoyo a los cristianos de Irak perseguidos en la más total indiferencia, entre el drama ucraniano y el conflicto palestino-israelí, los cristianos de todo el mundo están llamados a mostrar este símbolo – ن -  en las redes sociales.

Además, el viernes 25 de julio se organizó una jornada de oración y ayuno por nuestros hermanos cristianos perseguidos por su fe en Cristo, especialmente en Irak.

“Desde hace un tiempo, conocemos día tras día las persecuciones extremadamente duras que viven los cristianos de Irak –explican los organizadores-. Que esto nos haga darnos cuenta de que ser cristiano significa, tarde o temprano, participar en la cruz de Cristo”.
Pienso que es ahora cuando se tiene que notar que lo cristianos creemos en la Comunión de lo Santos, y en la Iglesia como Cuerpo Místico de Cristo para apoyar y rezar a nuestros hermanos iraquíes.

Paco

Un año. Nada menos que un año. No se cómo comenzar, y siempre digo lo mismo, que esta vez voy a conseguir continuar. Ahora no lo digo no vaya a ser...
Han pasado muchas cosas, pero quiero destacar como homenaje, y para que os acordéis de rezar por él,  el fallecimiento de Paco Olea. He vivido con él en el centro del Opus Dei (los dos somos Numerarios, en mi caso sacerdote) durante ocho años. Me han marcado, quiero decir, que Paco ha sido de esas personas con las que vives y dejan huella, te marcan, y en este caso porque Paco era un hombre que te mostraba como te quería, sin hacer nada raro, nada especial, con la normalidad y naturalidad que aprendió de San Josemaría.