miércoles, 24 de junio de 2009

20 parejas

Por fin puedo volver a poner unas letras en el blog.
El sábado pasado, tuve la oportunidad después de muchas intentonas de dar una clase a 20 parejas en el curso pre-matrimonial de la parroquia de mi gran amigo José Carlos (excelente persona y sacerdote magnífico). No se cómo salió, pues fue poco el tiempo que tuve, pero me encantó.

Me gustó mucho el ambiente, la disponibilidad y atención de todos los asistentes, el deseo de aprender que se leía en sus caras, etc. Algunos de ellos se casan pronto, otros aún tienen meses de noviazgo.

La verdad es que no los conocía -salvo alguna pareja-, pero pude compartir con ellos ese rato de clase y tertulia.

Realmente no se si les volveré a ver -espero que sí-, pero al menos intenté dejar en sus corazones que inician un proyecto de vida que vale la pena, sin son capaces con su humildad y cariño de quererse, respetarse y perdonarse.

Pocas horas antes estuve con una matrimonio padres del colegio que atiendo que acababan de perder una hija 4 meses de vida en el embarazo. La madre estaba sufriendo como no te puedes imaginar, y el padre me decía al salir, con unas lágrimas en los ojos, que aceptaban lo que el Señor le pedía. Intenté consolarles un poco.

He querido unir estas dos pequeñas experiencias, porque pienso que se forma una familia, un hogar, un proyecto de vida si somo capaces de aceptar lo que Dios nos da: la vida de un hijo, el amor que puedo dar a mi mujer/mi marido, la posibilidad de olvidarme de mí para darme a quien más quiero, la fe que podemos compartir y dar a los hijos que Dios quiera dar, etc.

Así se lo expliqué también a Patricia y José Ángel a quienes casé días antes en una ceremonia sencilla. Espero que estén disfrutando de su reciente matrimonio. Desde aquí les vuelvo a enviar un fuerte abrazo.

Un saludo.

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