lunes, 24 de agosto de 2009

El mejor tesoro

El sábado, después de un año, pude volver a estar con Jesús e Inés. Les conozco desde hace muchos años. Tienen -por ahora- seis hijos, seis tesoros. Han formado una familia estupenda, que dificílmente llega a todo, pues en estos tiempos de crisis no es sencillo, pero que no pierde la alegría por nada del mundo.
La verdad es que me conmoví al verlos tan contentos, y con tan buen hacer en la formación de sus criaturas. La mayor tiene 12 años y la más pequeña 3, ya te puedes imaginar, visto con los ojos como el mundo mira hoy, una locura, pero para mi, una gozada.

Al final de este encuentro, les decía a ambos que Dios les había dado lo mejor que podía darles, aunque no se hagan ricos, ni tengan vacaciones, ni puedan tener dos coches, tres televisiones, dos casas, y no se cuántas cosas más que la gente desea tener porque piensa que les hace feliz; que lo mejor que tienen son los seis tesoros que ellos mismos han engendrado con la acción de Dios, y que eso no tiene precio, y verdaderamente es lo que les hace y les hará felices.

Ahora pienso que no se porque se lo dije, pues ellos la saben y lo viven, y me han dado siempre un magnífico ejemplo de cómo amarse, amar a sus hijos, y sobre todo, amar a Dios.

Un saludo

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